La
kimberlita es una
roca ígnea y básica de la que se obtienen los
diamantes (también se dan en otro tipo de roca conocido como lamproíta). Los depósitos en
Kimberley,
Sudáfrica fueron los primeros en ser reconocidos, de ahí el origen de su nombre.
Esta roca se formó en el
magma fundido a gran profundidad, presión y temperatura bajo la superficie de la
Tierra hace más de 100 millones de años, donde el
carbono cristalizó en forma de diamante. Posteriormente la
kimberlita ascendió por grietas volcánicas llamadas chimeneas donde actualmente se acumula el diamante incrustado en esta roca o en la peridotita y liberado en la superficie de la Tierra por los agentes atmosféricos.